Diferencias entre acciones ordinarias y preferentes

Las acciones son instrumentos financieros que representan una parte de la propiedad de una empresa. Existen dos tipos principales de acciones en el mundo empresarial: las acciones ordinarias y las acciones preferentes. Aunque ambas representan una forma de inversión en una empresa, tienen diferencias significativas en cuanto a sus derechos, beneficios y riesgos asociados. En este extenso artículo, exploraremos en detalle las diferencias entre acciones ordinarias y preferentes para que puedas comprender mejor cuál podría ser la mejor opción para tu cartera de inversiones.

Comprender las diferencias entre las acciones ordinarias y preferentes es fundamental para los inversores, ya que les permite tomar decisiones informadas sobre dónde colocar su dinero y qué tipo de exposición desean tener en una empresa en particular. Desde los derechos de voto hasta los dividendos prioritarios, cada tipo de acción ofrece beneficios y riesgos distintos que deben tenerse en cuenta al construir una cartera diversificada y equilibrada.

¿Qué verás en este artículo?
  1. Derechos de voto
  2. Clasificación crediticia y prioridad de pago
  3. Conclusión

Derechos de voto

Una de las principales diferencias entre las acciones ordinarias y preferentes radica en los derechos de voto que otorgan a los accionistas. Las acciones ordinarias suelen otorgar a los accionistas el derecho a votar en las juntas de accionistas de la empresa y participar en decisiones importantes, como la elección de la junta directiva o la aprobación de fusiones y adquisiciones. Por otro lado, las acciones preferentes generalmente no otorgan derechos de voto a los accionistas, lo que significa que no tienen voz en las decisiones corporativas.

Esta distinción es importante para los inversores que desean tener una participación activa en la empresa y tener influencia en su dirección estratégica. Si valoras tener voz en la toma de decisiones empresariales, es posible que prefieras invertir en acciones ordinarias en lugar de preferentes.

Beneficios fiscales

Otra diferencia significativa entre las acciones ordinarias y preferentes radica en los beneficios fiscales que ofrecen a los accionistas. En muchos casos, los dividendos pagados a los accionistas de acciones preferentes pueden ser tratados de manera diferente a los dividendos pagados a los accionistas de acciones ordinarias en términos de impuestos.

Por ejemplo, en algunos países, los dividendos pagados a los accionistas de acciones preferentes pueden estar sujetos a una tasa impositiva más favorable que los dividendos pagados a los accionistas de acciones ordinarias. Esto puede influir en la decisión de un inversor sobre qué tipo de acciones comprar, especialmente si están buscando maximizar sus retornos después de impuestos.

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Riesgo y rendimiento

El riesgo y el rendimiento son factores clave a considerar al invertir en acciones ordinarias o preferentes. Las acciones ordinarias suelen ofrecer un mayor potencial de rendimiento a largo plazo, ya que los accionistas pueden beneficiarse del crecimiento de la empresa a través de la apreciación del precio de las acciones y el pago de dividendos. Sin embargo, este potencial de rendimiento también conlleva un mayor riesgo, ya que los accionistas ordinarios son los últimos en la fila para recuperar su inversión en caso de quiebra o liquidación de la empresa.

Por otro lado, las acciones preferentes ofrecen un rendimiento más predecible en forma de dividendos fijos, lo que puede ser atractivo para los inversores que buscan ingresos estables. A cambio de este rendimiento estable, los accionistas preferentes a menudo asumen menos riesgo en comparación con los accionistas ordinarios, ya que tienen prioridad sobre estos últimos en el reparto de activos en caso de liquidación de la empresa.

Convertible vs. no convertible

Otra distinción importante entre las acciones ordinarias y preferentes es si son convertibles o no. Las acciones convertibles son aquellas que pueden canjearse por un número determinado de acciones ordinarias de la misma empresa en un momento y a un precio predeterminado. Esta característica puede ser atractiva para los inversores que desean beneficiarse tanto de los derechos de voto como de los pagos de dividendos asociados con las acciones ordinarias.

Por otro lado, las acciones no convertibles no tienen la opción de ser canjeadas por acciones ordinarias, lo que significa que los accionistas preferentes no pueden acceder a los beneficios asociados con las acciones ordinarias, como los derechos de voto. Esta distinción es importante tenerla en cuenta al elegir entre acciones ordinarias y preferentes, ya que puede afectar significativamente el potencial de retorno de la inversión.

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Clasificación crediticia y prioridad de pago

La clasificación crediticia y la prioridad de pago son aspectos cruciales a considerar al invertir en acciones preferentes, ya que determinan la probabilidad de que los accionistas reciban sus pagos de dividendos y el reembolso de su inversión en caso de liquidación de la empresa. Las acciones preferentes suelen tener una clasificación crediticia más alta que las acciones ordinarias, lo que significa que tienen menos riesgo de incumplimiento por parte de la empresa emisora.

Además, en caso de liquidación de la empresa, los accionistas preferentes tienen prioridad sobre los accionistas ordinarios en el reparto de activos. Esto significa que los accionistas preferentes serán los primeros en recibir pagos en caso de liquidación, lo que aumenta la probabilidad de que recuperen al menos parte de su inversión. Esta mayor seguridad en términos de prioridad de pago y clasificación crediticia puede ser un factor determinante para los inversores que buscan estabilidad y protección de su capital.

Estructura de capital y dilución

La estructura de capital de una empresa y el impacto en la dilución de las acciones son consideraciones importantes al elegir entre acciones ordinarias y preferentes. Las acciones preferentes, al ser una forma de financiamiento híbrida entre deuda y capital, pueden afectar la estructura de capital de la empresa y su capacidad para acceder a financiamiento adicional en el futuro.

Además, la emisión de acciones preferentes puede resultar en una dilución de las acciones ordinarias existentes, ya que se están creando nuevas acciones que tienen prioridad sobre las acciones ordinarias en términos de pago de dividendos y liquidación. Esta dilución puede afectar el valor de las acciones ordinarias y la participación de los accionistas existentes en la empresa, por lo que es importante considerar este factor al decidir si invertir en acciones preferentes.

Cumplimiento de dividendos

El cumplimiento de los pagos de dividendos es otro aspecto crucial a considerar al invertir en acciones preferentes, ya que los accionistas preferentes tienen derecho a recibir dividendos fijos o variables en función de los términos de emisión de las acciones. En caso de que la empresa no pueda cumplir con los pagos de dividendos a los accionistas preferentes, estos pueden tener el derecho de reclamar los dividendos adeudados antes de que se realicen pagos a los accionistas ordinarios.

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Esta prioridad en el cumplimiento de los pagos de dividendos puede ser un factor determinante para los inversores que buscan ingresos estables y predecibles, ya que les brinda cierta seguridad en términos de cobro de dividendos independientemente de la situación financiera de la empresa.

Valoración y liquidez

La valoración y liquidez de las acciones ordinarias y preferentes son aspectos clave a considerar al invertir en el mercado de capitales. Las acciones preferentes suelen tener una valoración más compleja que las acciones ordinarias, ya que su valor suele depender de una combinación de factores, como los pagos de dividendos, la tasa de interés y la clasificación crediticia de la empresa emisora.

Además, la liquidez de las acciones preferentes puede ser menor que la de las acciones ordinarias, ya que su demanda en el mercado secundario puede ser limitada debido a su naturaleza híbrida entre deuda y capital y a la falta de derechos de voto. Esto puede afectar la facilidad con la que los inversores pueden comprar o vender acciones preferentes en comparación con acciones ordinarias, por lo que es importante considerar este factor al construir una cartera de inversiones diversificada.

Conclusión

Las acciones ordinarias y preferentes son dos formas de inversión con características distintas en cuanto a derechos, beneficios y riesgos asociados. Si bien las acciones ordinarias suelen ofrecer un mayor potencial de rendimiento a largo plazo y derechos de voto en las decisiones corporativas, las acciones preferentes proporcionan ingresos estables y prioridad en el pago de dividendos en caso de liquidación de la empresa.

Al invertir en acciones ordinarias o preferentes, es fundamental considerar aspectos como los derechos de voto, los beneficios fiscales, el riesgo y rendimiento, la clasificación crediticia, la estructura de capital, el cumplimiento de dividendos, la valoración y la liquidez. Cada tipo de acción tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es importante realizar una evaluación exhaustiva de tus objetivos de inversión y tolerancia al riesgo antes de tomar una decisión.

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